viernes, 10 de octubre de 2008

“Identificados con Cristo o con el Mundo – En mi vida Intima”

Lectura: Romanos 12:1-2; 1 Juan 2:6

Introducción:

Las epístolas de Pablo, en el NT son estrellas de primera magnitud; las epístolas de Pablo forman casi la mitad de los escritos del NT y sin ellas la mayor parte de la teología bíblica cristiana habría quedado sin conocer.

Su epístola a los Romanos fue la primera en el canon de las escrituras, no por que fuese la primera que se redacto, sino por la gran importancia de sus enseñanzas. Las profundas enseñanzas de esta carta forman parte de lo que Pedro llama “cosas difíciles de entender” (2 Pedro 3:16).

En grandes líneas la epístola consta de dos partes: La doctrinal capítulos 1 al 11 y la práctica capítulos 12 al 16. Como hemos dicho aquí comienza la parte práctica, exhortativa de la epístola.

En los dos primeros versículos del capítulo 12 podemos ver que la vida cristiana es un proceso de santificación, comenzando desde nuestro interior (v.1-2), luego en relación con los miembros de la congregación (v.3-8) y en tercer lugar, con la sociedad en general (v 9 al 21).

Identificados con Cristo o con el Mundo, es necesario un sacrificio

Pablo comienza exhortando a los creyentes a una dedicación total a Dios, nos dice: “os ruego por las misericordias de Dios” ¿Qué son? Sino las muchas manifestaciones de su gracia en la salvación de los pecadores, misericordia para perdonar, para justificar y quitar los pecados. Misericordia para identificarse con nosotros y proveer un sacrificio libertador, quitando la amenaza de la condenación. Misericordia para garantizarnos amor perpetuo y para transformarnos finalmente a la imagen del señor Jesús.

Son estas “misericordia” las que tienen poder persuasivo sobre nuestra voluntad. Es lo que el Señor hizo a nuestro favor lo que nos motiva a ponernos a su disposición y estar dispuesto al sacrificio que se nos requiere; ¿En que consiste este sacrificio?

-Primero: El contenido “vuestros cuerpos”

Tal vez nos hubiera resultado más sencillo entender el significado del texto bíblico si hubiese sugerido la entrega del alma o del espíritu, pero nos habla de presentar nuestros cuerpos, “presentar” es ofrecer o rendir (Romanos 6:13-15).

Es mostrar una disposición para que nuestra voluntad haga algo que es contrario a nuestros impulsos. Es una entrega a Dios de lo que es suyo Dios nos delego la administración de la limpieza y santidad del cuerpo. El mismo esta bajo nuestro control, no la podemos delegar ni abandonar porque el cuerpo es nuestro y no de otro (1Corintios 6:13-15).

Como “miembros de Cristo”, el cuerpo esta unido a él apostatamos si le damos una función distinta a sus propósitos cualquier pecado es una transgresión a las normas del sacerdocio santo, pero la fornicación o adulterio, es robarle a Dios el instrumento que compro para su honra y ponerlo al servicio del enemigo (1 Corintios 6:20).

-Segundo: El carácter “sacrificio vivo”

Los animales que se sacrificaban de acuerdo a la ley del AT eran traídos vivos al altar y allí morían. Eran útiles una sola vez, una sola entrega a Dios; Nosotros en cambio, somos “sacrificio vivo”, siempre ofrecidos a Dios, pero viviendo a favor de nuestros semejantes (Hebreos 6:10).

El holocausto tuvo a Cristo como sacrificio perfecto, a causa de él nosotros podemos ofrecernos después que nuestros pecados han sido lavados.

-Tercero: Las cualidades “…Santo, agradable a Dios… culto racional”

Leemos en Éxodo 29:37 que todo lo que tocaba el altar era santificado, cualquier cristiano que se rinda a Dios “toca” el altar y se convierte en un sacrificio vivo. Entregamos al control de Dios algo que es suyo.

Santo: El mundo no conoce este termino y la religión lo ha tergiversado, se dice que para ser santo hay que pasar por un proceso de exámenes que se realizan después que la persona ha muerto; luego se cuelga la foto de la persona “aprobada” en la pared y allí esta el santo.

Pero con Dios es diferente, el santo vive, se mueve, piensa y hace lo vemos así por ejemplo en el Salmo 15:2-3.

Ser santo no significa vivir lejos del mal, sino integrado con Dios, sano de mente, limpio de pensamiento y equilibrado en la acción. El santo es una persona de carne y hueso, sujeto a todas las contingencias de la vida. Sufre las tentaciones y reconoce sus caídas, pero sale vivificado en el Señor (1Tes. 2:10; tito 1:8).

El santo piensa en el Señor y al darse en sacrificio vivo “…Perfeccionando la santidad en el temor de Dios” 2Corintios 7:1).

Agradable a Dios: En la Biblia hay muchas personas que hicieron regalos, mayormente estos eran un medio para “entrar en relación” o “para lograr algún beneficio”.

Pero con nosotros es diferente nuestra entrega no tiene doble intención. Damos en obediencia a sus deseos porque le pertenecemos. Damos de lo suyo, lo hacemos de corazón y para agradarle aquí radica el secreto de ser sacrificio aceptable.

Racional: Como un servicio razonable, inteligente, en contraste con el de Israel en los tiempos de Pablo que carecía de sentido, tenían el templo y realizaban muchos ritos guardaban algunas fiestas, era un servicio religioso pero no inteligente, sino irracional. Las ceremonias eran muy tediosas, pero Dios estaba ausente de ellas, se hacían basados en la tradición y no en su voluntad.

No es así ahora, porque la adoración es voluntaria y espontánea. Dios esta presente.

“No os conforméis a este siglo”

El versículo dos nos enseña como ser una oblación (ofrenda, sacrificio) pura y aceptable a Dios. Este es un proceso continuo de transformación, esta transformación.

(A) Exige no vivir al estilo del mundo, (lit. no os acomodéis, no os amoldéis, al esquema, al sistema de criterios y actitudes de este siglo). No dice que salgamos del mundo (Juan 17:15), ni que huyamos de la compañía de los mundanos (1 Corintios 5:9-10), sino que no vivamos conforme al estilo de vida de la edad presente, (2 Corintios 5:17).

(B) Exige una renovación de la mente, El vocablo griego indica que no es una nueva mente lo que necesitamos (nuevo cerebro), sino una renovación, una nueva manera de funcionar de nuestra mente.

(C) Solo con una mentalidad (1Corintios 2:16b), constantemente renovada, podemos discernir que es lo que Dios quiere de nosotros en cada circunstancia.

Identificación, Permanecer en él

Cuando hablamos de identificación solo encontramos dos opciones y la misma nos habla que una es la posición del pecador, la otra es la del santo. Para ser cristianos debemos pasar de una posición a otra. Las dos posiciones son radicalmente opuestas, en una el Príncipe de la potestad del aire despliega toda su estrategia para con el hombre, como Satanás, el mundo y la carne. En la otra esta Cristo, la iglesia y su Santo Espíritu; supliendo todo lo necesario al nuevo hombre en Cristo Jesús.

Satanás. Es la cabeza del reino de rebeldía, que se estableció contra el reino de Dios, es “el príncipe de este mundo” y “el dios de este siglo”. El es el enemigo de Cristo y el adversario de los cristianos.

El mundo. El mundo es lo opuesto a la iglesia; la mejor definición de la iglesia es la que encontramos en la epístola a los Efesios, donde se revela como el cuerpo de Cristo. ¿Qué es el mundo? Es el cuerpo de Satanás.

La carne. La carne es, todo lo que uno es sin Cristo. Tal persona sólo tiene la naturaleza pecaminosa que tuvo su origen en Satanás y que entro en Adán, cuando cedió a la tentación de la serpiente en Edén. La carne es el espíritu satánico en el mundo.

El reino de Dios

Cristo. El es la cabeza del reino de Dios; aquel ha quien ha sido dado todo el poder en el cielo y la tierra. Cristo es el Salvador del mundo, que ha sido exaltado para ser Señor sobre el universo y cabeza sobre todas las cosas a la iglesia.

La iglesia. “…y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo” Efesios 1:22-23.

El E.S. El Espíritu Santo, es el mismo Espíritu que moro, lleno y capacitó a Cristo. El día de Pentecostés el fue enviado a morar, llenar y capacitar a cada cristiano que forma la iglesia.

Conclusión y Definición

Somos consientes de que solo tenemos dos posiciones posibles delante nuestro. Y el Señor nos reclama, ya que el pago alto precio por nuestro rescate, el nos dio vida a nosotros, cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. Por otro lado Satanás es la misma personificación del mal y del odio. Sus nombres y obras ponen esto de manifiesto. El es el maligno, el adversario, el tentador, el mentiroso, el homicida, el engañador, etc. Todo lo que el es y hace es una expresión de odio hacia Cristo y al cristiano.

El mundo participa de la naturaleza de Satanás, la carne es mala y obstinada antagónica a Dios, cada cual tiene dentro de si un traidor para con Dios. Es la terrible naturaleza pecaminosa.

Tenemos dos cuadros delante nuestro uno es el de la vida dominada por el Diablo, conformada al mundo y centralizada en la carne. El otro es el cuadro de la vida gobernada por Cristo; conformada a Cristo y centralizada en Cristo.¿Cuál será nuestra decisión en esta hora?

JCA

Predicado en las reuniones previas zona sudeste

Conferencias Juveniles 14 al 22 de octubre 2006

Tema general: 100% PURO % ¿REALIDAD O MAQUILLAJE?

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