viernes, 10 de octubre de 2008

AYUDANDO A LOS QUE TIENEN TEMOR

Lectura 1ª Juan 4:11-21

Amor y Temor

El amor busca oportunidades para dar; pregunta: -“¿Qué puedo hacer por otro?”- El temor mira receloso a las posibles consecuencias y pregunta: -“¿Qué va hacer él por mí?- El amor “no piensa mal”; el temor no piensa en otra cosa. El amor trabaja haciendo las tareas de hoy y está tan ocupado que no tiene tiempo de preocuparse del mañana. Por el hecho de enfocar sobre el mañana, el temor falla en emprender las responsabilidades de hoy.

“Que manera tan extraña de desarrollar un predicación sobre el temor”, es posible que pienses. “¿Por qué contrastar el amor y el temor? ¿Por qué no hacerlo con el temor y la paz, el temor y la seguridad, el temor y la serenidad? La respuesta a esta pregunta la encontramos en 1ª Juan 4:17-18, el apóstol Juan pone el temor y el amor frente a frente. Juan de modo específico esta interesado sobre el temor del juicio venidero, y muestra como el seguro amor de Dios, y a Dios, borra todo este temor, sus palabras requieren una aplicación más amplia. Juan parece estar aplicando un principio general…”el perfecto amor echa fuera el temor”.

Haciendo una paráfrasis del pasaje leído lo podríamos resumir de la siguiente manera. “El temor de Dios es el temor que quita todos los demás”. El enemigo del temor es el amor; la manera de eliminar el temor, es pues, amar.

¿En que formas se excluyen el amor y el temor mutuamente?:

- El amor se entrega a si mismo; el temor se protege a sí mismo.[1]

- El amor avanza hacia los demás; el temor se retrae, se aparta de ellos.

Pero hemos de saber el amor es mas fuerte, puesto que puede “echar fuera” el temor, no hay nada mas poderoso que pueda expulsar al temor como el “perfecto amor”.

Una madre podrá tener temor a un ratón y quedar inmovilizada, pero no se quedara quieta por un animal salvaje que ataque al hijo que ama. Se lanzara impulsada por el amor en su defensa, olvidándose de todo. Con esto podemos demostrar que el amor es mayor que el temor.

De acuerdo a lo que hemos leído en 1ª Juan 4:19, lo que capacita a los cristianos a amar es el amor previo de Dios. El que uno tema, indica el hecho que su amor no se ha perfeccionado en nosotros (v.18). En la medida que el amor crezca en nosotros produce osadía (v. 17, confianza) para acercarnos a Dios.

Temor y Castigo

Juan hace notar que el temor “implica castigo”, el castigo en el temor se ve más claramente en el temor a la muerte. Es el aguijón de la muerte (1ª Corintios 15:55-57). Según podemos ver en Hebreos 2:14-15, las personas no salvas se hallan “sujetas a servidumbre”, sólo Cristo, por medio de su amor, puede liberarnos de esta servidumbre (Romanos 8:15). Es claro este pasaje que señala que el cristiano no ha recibido un “espíritu de servidumbre que le lleva otra ves al temor”. Y puede decir confiadamente: “El señor es mi ayudador; no temeré lo que pueda hacer el hombre” (Heb.13:6).

Eliminando el temor por medio del amor

En los pasajes citados, el temor parece proceder del temor de lo que puede hacer Dios o el hombre. El amor hacia Dios significa como poder confiar en Él, adorarle y servirle; el amor hacia el prójimo, de la misma manera, se centra en una nueva relación de dar hacia él.

¿Tienes temor?, ¿A quien temes?, ¿Temes a Dios?, ¿Temes al hombre? Hemos leído en la Palabra de Dios: “…que el perfecto amor echa fuera el temor” (v. 18), este perfecto amor no es otro el que tuvo nuestro Dios por medio de Jesucristo, dice el evangelio de Juan 3:16 “Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en el cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Leer también 3:17-21).

Es el pecado lo que nos aleja de Dios, Toda injusticia es pecado (1 Juan 5:17) ¿Hay pecado en tu vida que perturba tu relación con Dios y enfría tu ardor por Él? En la Biblia encontramos una descripción sobria del temor que Dios puede enviar como consecuencia del pecado (ver Deuteronomio 28:65-67).

El Camino a transitar no es otro que el arrepentimiento, el apóstol Pablo dice que: Dios a pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres que se arrepientan” (Hechos17:30), es decir “tener otra mente”, “cambiar la mente”, respeto al pecado, a Dios y a uno mismo.

JCA 21-10-05



[1] El temor empezó en el jardín del Edén (Génesis 3:10). Llevó a escaparse y esconderse de Dios; Adán y Eva trataron de encubrir su pecado. En resumen, éste es el ejemplo del temor que resulta del pecado. No es difícil ver cómo el amor trae su opuesto:

Temor: apartarse de (problemas, personas), esconderse, cubrirse, protección propia.

Amor : dirigirse hacia (problemas, personas), franqueza y revelación, vulnerabilidad (ver 1 Corintios 13:4-7)

No hay comentarios: